lunes, 29 de agosto de 2011

Bajame la persiana

Con motivo de nuevo mobiliario instalado en el dormitorio de mi domicilio particular y la impericia del carpintero berreta que lo fabricó e instaló, la persiana rosa peligrosamente la mesa de luz. No, la mesa de luz no se puede cambiar de lugar. No, la cortina no se puede mover.
Este erótico contacto entre el contrapeso de la cortina y la firme madera de la mesa de luz deriva en un insoportable tic tic tic tic tic tic tic que hace las delicias de mis nervios.
Lo llamativo es que este ruido no es permanente pero incluso con las ventanas cerradas la cortina se balancea para hacerle el amor a la mesita. Entre los posibles motivos de esta cadencia se cuentan los siguientes: a) un fantasma; b) leyes físicas que expliquen que al movernos nosotros, una masa de aire se desplace y genere el movimiento descripto; c) la ausencia de topetina en la esquina de la puta mesita.

Si alguien sabe de un cazafantasmas de confianza por favor me avisa.

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lunes, 8 de agosto de 2011

Volveeeeeeeer, que ganas de volveeeeeeer

En los últimos días volví a hacer cosas que hace mucho tiempo no hacía, a saber:

  • Escuchar un disco de Ricky Martin de punta a punta en repetidas oportunidades.
  • A la mañana, después de bañarme y vestirme para salir, dormir una mini siestita.
  • La tercera vendría a ser ésta

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sábado, 7 de mayo de 2011

Desayuno en Palermo

En un viejo bar del Palermo sin apellido, desayuno una lágrima doble y una medialuna que no sabría decir si es de grasa o de manteca.
Muchas más mesas vacías y solo dos ocupadas. En las casas bajas de la zona aún duermen los habitués que lo irán poblando a la hora del vermout.
En la otra mesa, ella recibe la luz que entra por la ventana y se refleja en su cara angelical y sus ojos azules y grandes. Apoya una mano en la silla vacía de al lado y se enrosca el pelo incansablemente.
En el televisor que está sobre mi cabeza hay un partido de tenis entre los dos mejores. Yo no puedo verlo. Estoy debajo del televisor.
Enfrente de ella, él parece intelectual. Habla de cine, de las películas que dice haber hecho, de su bohemia.

Ella escucha al hombre de pullover borravino y morral al tono pero me mira a mí. No todo el tiempo, porque sería descortés. Pero me mira, es innegable.

Repaso el tiempo que pasé en este bar y recuerdo el instante en el que hice revalsar la taza de csfé por insistir en sumergir una medialuna de otro talle.
Luego me las ingenié para desarmarla desprolijamente ante lo evidente: no entra en la boca sin arriesgar mis frágiles huesos maxilares.

Ella me sigue mirando y yo pienso en qué tengo para ofrecerle. Acaso unoa dedos pegoteados por el almíbar de mi contrincante, una lágrima que dejé entibiar y una colección de películas bajadas de internet. No te convengo, piba.
Yo sé que te gusto porque parezco un chico rebelde, pero no te convengo. No me animé a pedirle leche descremada ni edulcorante y aún me arrepiento de no haberme pedido tostadas.


De verdad, no tengo nada para ofrecerte. Miralo a él que es un artista. Sí, ya sé que dejó enfriar la medialuna relle a y pidió que se la calienten, que usa mucho el verbo subyacer pero le dijo "maestro" al mozo. Pero dale una oportunidad.

Sino funciona, pegame un llamadito. Ahora cuando salgo te dejo mi número en un papelito.
No es para armar quilombo, es para que no sientas que este es el último tren.



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viernes, 11 de marzo de 2011

Dieta estricta

Uno se mata haciendo dieta, evitando los carbohidratos y contando las calorías, porque desconoce que hay un método mucho más efectivo para peder peso: vaya y renuncie a un trabajo opresivo.


Si no siente que se sacó 40 kgs. de encima, le devolvemos su dinero.

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jueves, 24 de febrero de 2011

Mea culpa

Hay días enteros en los que no hago NADA en el laburo. Pero nada, eh.
No, no es que estoy sentado en una silla mirando por la ventana.
Hago cosas, pero no del laburo que tendría que hacer.


Esos días agradezco que no soy el que tiene que prender y apagar una central atómica.
O Barack Obama.





No sé para que se inventó el televisor a colores con lo bien que se vive la vida en blanco y negro

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