lunes, 15 de noviembre de 2010

Larvas cotidianas

Tal vez Ud. no se de cuenta porque es medio pavote pero me siento obligado a hacerle saber que entre nosotros, diariamente, convive una gran cantidad de larvas. Llámese larvas a la gente que hace de nuestra existencia lo peor posible y que si hubiera una justicia divina que de verdad funcione, les arrancaría un brazo. O una pierna. O uno y uno pero cruzados.

Larva de subterráneo: se suben una estación después de la terminal y en vez de tomarse el subte para donde tienen que ir, lo toman para el otro lado. El subte llega a la terminal, las larvas NO SE BAJAN y emprenden el camino hacia su verdadero destino. A veces, solo a veces, la justicia parece asomar cuando el chofer grita "fuera de servicio" y las larvitas se tienen que bajar. El resto de las veces, es frustrante subirse a un subte que se supone vacío y que solo haya 2 asientos disponibles.

Larva de confituras: aunque se los podría incluir en otras mil categorías de escoria, los que se acercan a saludar a alguien con quien no hablarían ni aunque se quedaran encerrados en un ascensor pero se acercan a felicitar al que trajo facturas por su cumpleaños, dan asquito. Sobre todo si se quedan charlando un ratito con alguna excusa para poder llevarse una segunda factura a la cueva. Que se indigesten fuertemente porque las facturas estén un poco crudas sería una delicia.

Larva de estacionamiento: la gente estaciona mal, eso es claro. Salvo mi papá y yo, la gente no sabe estacionar (y yo lo aprendí de mi papá, claro). Pero nada justifica que alguien deje el auto con 3 metros de espacio adelante y 3 metros de espacio atrás. Si lo hubiera acomodado un poco, entraría cómodo él y otro vehículo. La justicia solo existe cuando se lo lleva la grúa. O aparece un auto de 2.90 metros, con un conductor hábil al volante y se lo estaciona para que no pueda salir ni en 2 horas. En los estacionamientos de supermercado las larvas dejan el auto atravesado, en diagonal o a la mitad entre 2 lugares. Si no hubiera reprimendas legales, les prendería fuego el auto.
Pasa que para eso tengo que encontrar un lugar para estacionar el mío primero... y no suele ser fácil encontrar un lugar.

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viernes, 12 de noviembre de 2010

Parto natural

Si al momento en que al individuo se le anuncia la tarea que debe realizar y el tiempo que tiene para realizarla SIEMPRE PERO SIEMPRE dice "uh, eso es imposible, eso es un parto! no vamos a llegar", puede deberse a alguna de las siguientes posibilidades:

a) Que sea vidente y sepa fehacientemente que no va a poder realizarse porque ya vió el futuro inmediato y la gente agarrándose la cabeza por la no concreción de la tarea.

b) Que pueda viajar en el tiempo.

c) Que sea un pelotudo, un profesional detestable y una persona asquerosa de espíritu.


NdeR: de los primeros 2 grupos no se conocen casos reales. No, Marty McFly no existe.

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¡Agua! ¡Agua!

Se cree que los descubrimientos que realmente marcaron un antes y un después en la historia de la humanidad fueron resultado de un accidente o un suceso casual y éste no podía ser la excepción.

Se me volcó un vaso de agua sobre el escritorio y lo quise secar con un papel que claramente no era todo lo absorbente que me hubiera gustado (uno de esos papeles de taco de colores, rosa más precisamente). De hecho descubrí que era todo lo contrario: a medida que pasaba el papel por el charquito, el papel se empapaba enteramente pero el charco no disminuía ni en un pendejésimo de mm3 su volumen.

Al principio me ofusqué, claro, porque en mi simpleza buscaba simplemente solucionar mi problema. Hasta que descubrí que solucionaría uno de los problemas más jodidos del mundo: estaba creando agua. En un momento medio que me hinché las pelotas pero estuve como 1 hora generando agua a partir de agua y papeles.

Ahora solo resta conseguir el método para escurrir el agua del papel empapado y comprobar su potabilidad, pero la parte más grosa ya la hice yo. El charco mágico lo puedo reproducir cuando sea necesario.


Ya que estamos, cuando tengan todo el agua que necesiten y sientan que nunca más les va a faltar el líquido elemento, les dejo una receta que la aprovecha al máximo:

Receta para hacer 2 litros de agua tibia

Ingredientes
- 1 Litro de agua fría
- 1 Litro de agua caliente


Mezclar los ingredientes en una jarra de al menos 2 litros y dejar reposar a temperatura ambiente.

Que lo disfruten!


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viernes, 5 de noviembre de 2010

El valor más bajo o le devolvemos su dignidad

Muy cerca de mi casa (a menos de 10 cuadras) hay un supermercado de origen francés que tiene el tamaño justo (ni muy grande como un hipermercado gigantesco ni chiquito como el de una estación de servicio), tiene todo lo que yo necesito, tiene buenos precios por la competencia que lo circunda y que como está medio escondido nunca hay mucha gente. La poca que hay es respetuosa, calladita y ordenada. Las cajeras no serán un 10 pero son voluntariosas. Hacer mis compras ahí me lleva 30 minutos contando desde que salgo de mi casa y vuelvo con las bolsas para ordenar cada cosa donde va.

Un poco más lejos, a una distancia imposible de ser recorrida sin vehículo, se haya otra sucursal de este misma cadena pero de dimensiones astronómicas: entre el pan y las galletitas de agua debe haber 1500 metros. Las góndolas son imposibles de transitar a pesar de ser inmensas o tal vez a causa de ello: la gente confía en que nunca puede entorpecer el paso a nadie en pasillos tan amplios entonces deja el carro y a sus pibes tirados en cualquier lado y se para a 2 metros de los productos para elegirlos. Yo los entiendo, porque elegir los productos ahí no es nada fácil: hay 1 góndola de 40 metros de largo llena de azúcar, otra llena de edulcorante y una tercera con elementos endulzantes pero de origen extranjero. Lo mismo para cada rubro.
Como no hay otros supermercados cerca los precios son ligeramente más elevados, diluyendo de esta manera la gracia del descuento que brinda mi tarjeta.
Luego de caminar casi 1 hora y media en un supermercado que no me resulta familiar, que se niega a acomodar las cosas como el sentido común parecería indicar y cansado de tanto cogotear las góndolas para buscar el producto indicado, me resta hacer una hora de cola en la caja para poner a prueba la cadena de frío de los alimentos congelados.
Si este país no avanza es por esas hijas de puta de camisita blanca en este bendito supermercado. Yo sé que ser cajera de un super tal vez no sea el trabajo ideal pero eso no es suficiente justificativo para parar cada dos productos a esperar al supervisor, buscar durante 20 minutos una bolsa camiseta ni repetir 82 veces la pregunta de en cuántas cuotas queremos abonar.

A la vista de los hechos, ¿hay algún motivo que explique porqué voy al segundo de los supermercados descriptos y no al primero?

Sí, claro.
Es que a mí me comprás con ofrecerme un grisín de muestra en la góndola de las mayonesas. Un poco por eso y otro poco porque soy un pelotudo.

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lunes, 1 de noviembre de 2010

El noble repulgue

Cuando tenga una casa de empanadas (o una pizzería donde también se despachen empanadas, da igual) pienso designar un responsable por cada variedad de empanada: Si hago de carne, de pollo y de JyQ necesitaré 3 cocineros/pizzeros/empanaderos, por ejemplo.

Lo anterior es con el firme y único objetivo de que nadie se equivoque al hacer los repulgues. Además del cierre característico exigiría que cada empanada lleve las iniciales, no del gusto del que están rellenas sino del responsable de hacerle el repulgue.

De solo pensar en la vergüenza que podría producirme el llamado de un cliente reclamando que le hincó el diente a una de carne (basándose en el repulgue característico, claro) y se encontró con el relleno de una de humita (
basándose en el gusto característico, claro) me hace querer abandonar el proyecto de la pizzería "La Redonda" antes de empezar.

Si consigo un solo empanadero me veré obligado a comercializar solamente empanadas de carne. Supongo que en este mundo globalizado donde se le dice "empanadas" a unas canastitas descapotables y hay más gustos de empanadas que de sanguches de miga no sé cuánto podría durar en pie "La Redonda" haciendo solo empanadas de carne.
Son pocos los que valorarían la exactitud del repulgue al momento del pedido y la tranquilidad que esto transmite al comensal.

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