Sí, yo sé que deberían encantaaaarme las vacaciones, pero por desgracia no es tan así. El verano no me gusta. Eso implica que muchas de las cosas que vienen en el verano (como el sol, las vacaciones y los mosquitos) tampoco me hagan estallar de felicidad.
Hace relativamente poco tiempo entendí que irse de vacaciones más o menos está bueno, si uno elige el destino adecuado, la compañía adecuada y la época del año adecuada. Claro, que acá ya tenemos el primer problema: el verano nunca puede ser la época adecuada.
Stress pre vacacional:
No creo ser el único al que la organización de las vacaciones realmente lo vuelven loco. El hecho de buscar donde ir, tener que correr para reservar, hacer que coincidan el micro o el avión con el hotel, con el transfer, con el aguinaldo, con las vacaciones de jefes y compañeros de laburo, con las vacaciones de quien viaje con vos, con las vacaciones de quien te presta la mochila o a quien le prestás la carpa no es tarea sencilla. Si el destino es local, lo harán a uno depositar por adelantado el 50% de lo que va a gastar, porque parecería ser que ellos son los que nunca van a cagarlo a uno y no al revés. Por más que el lugar soñado sea en el medio de la playa, para ir a hacer la reserva, pagar el depósito o sacar los boletos, hay que caminar por el microcentro corriendo en la hora de almuerzo con 40 grados de calor. A quién lo puede relajar eso?????
Camino a la terminal transportista que corresponda (Retiro, Constitución, Ezeiza, Buquebus o la cochera de casa) las cosas no sean más sencillas. Si uno viaja en avión, tiene que tener un montón de papeles a la mano porque no sabe en qué momento le piden cuál. Si viaja en micro, tiene que hacer esfuerzos para tener una moneda a mano para darle al pibe que sube los bolsos pero no toda la billetera para que no te la choreen y a la vez tener los boletos para que te los pidan en la puerta del micro y tener un lugar seguro donde guardar los tickets de los bolsos porque sino no te los devuelven. Si viaja en Buquebus, mejor búsquese un pasatiempos relajado y duradero como el ajedrez o armar rompecabezas porque si el viaje dura 3 horas hasta Colonia, súmele 4 de trámites y colas antes de subir a esa mieda de barco.
Viajar en auto es la solución!
Viajar en auto es la solución?
No, claro que no. Hay que alinearlo, balancearlo, controlar el gas del aire acondicionado, hacerle ver las luces, lavarlo, asegurarse de no tener boludeces en el baúl para poder acomodar las raquetas de tenis inútiles y el balde con los rastrillos y pensar muchísimo qué hace falta tener adelante y a mano porque puede necesitarse durante la ruta.
Las galletitas van adelante o atrás? El agua? Los anteojos? La música? La cámara de fotos? Más vale comprarse un micro y viajar de a 2.
En definitiva, los preparativos pre vacaciones, sean cuando sean, no van a ser sencillos. Ármese de paciencia, delegue y pida que le avisen el día antes para armar todo lo necesario así sufre, claro, pero por poco tiempo.
Hace relativamente poco tiempo entendí que irse de vacaciones más o menos está bueno, si uno elige el destino adecuado, la compañía adecuada y la época del año adecuada. Claro, que acá ya tenemos el primer problema: el verano nunca puede ser la época adecuada.
Stress pre vacacional:
No creo ser el único al que la organización de las vacaciones realmente lo vuelven loco. El hecho de buscar donde ir, tener que correr para reservar, hacer que coincidan el micro o el avión con el hotel, con el transfer, con el aguinaldo, con las vacaciones de jefes y compañeros de laburo, con las vacaciones de quien viaje con vos, con las vacaciones de quien te presta la mochila o a quien le prestás la carpa no es tarea sencilla. Si el destino es local, lo harán a uno depositar por adelantado el 50% de lo que va a gastar, porque parecería ser que ellos son los que nunca van a cagarlo a uno y no al revés. Por más que el lugar soñado sea en el medio de la playa, para ir a hacer la reserva, pagar el depósito o sacar los boletos, hay que caminar por el microcentro corriendo en la hora de almuerzo con 40 grados de calor. A quién lo puede relajar eso?????
Camino a la terminal transportista que corresponda (Retiro, Constitución, Ezeiza, Buquebus o la cochera de casa) las cosas no sean más sencillas. Si uno viaja en avión, tiene que tener un montón de papeles a la mano porque no sabe en qué momento le piden cuál. Si viaja en micro, tiene que hacer esfuerzos para tener una moneda a mano para darle al pibe que sube los bolsos pero no toda la billetera para que no te la choreen y a la vez tener los boletos para que te los pidan en la puerta del micro y tener un lugar seguro donde guardar los tickets de los bolsos porque sino no te los devuelven. Si viaja en Buquebus, mejor búsquese un pasatiempos relajado y duradero como el ajedrez o armar rompecabezas porque si el viaje dura 3 horas hasta Colonia, súmele 4 de trámites y colas antes de subir a esa mieda de barco.
Viajar en auto es la solución!
Viajar en auto es la solución?
No, claro que no. Hay que alinearlo, balancearlo, controlar el gas del aire acondicionado, hacerle ver las luces, lavarlo, asegurarse de no tener boludeces en el baúl para poder acomodar las raquetas de tenis inútiles y el balde con los rastrillos y pensar muchísimo qué hace falta tener adelante y a mano porque puede necesitarse durante la ruta.
Las galletitas van adelante o atrás? El agua? Los anteojos? La música? La cámara de fotos? Más vale comprarse un micro y viajar de a 2.
En definitiva, los preparativos pre vacaciones, sean cuando sean, no van a ser sencillos. Ármese de paciencia, delegue y pida que le avisen el día antes para armar todo lo necesario así sufre, claro, pero por poco tiempo.
2 comentarios:
El secreto es tomar las cosas con calma (y el Rivotril me ayuda mucho, claro), y relegar casi todo a la intuición. Por lo general, cuando llego a un destino nacional, no sé ni dónde voy a parar. Llego al lugar, busco un hotel y me meto. Cuando llego a un destino internacional, sólo tengo la dirección del hostel al que voy a parar, y en el aeropuerto pregunto que bondi o subte me deja. Todo queda librado a una mezcla de lo que tenga ganas de hacer, intuición, y el azar, que suele ser el que produce las anécdotas más remarcables de mis viajes. Coincido en que la compañía es un factor clave; por eso, por el bien de los otros, suelo viajar solo, es difícil entender mi pachorrez.
Relación costo beneficio es algo que ayuda para soportar el laburo que es preparar un viaje de placer.
Vivir es un trabajo pero querer vivir mejor es más trabajo y definitivamente vale la pena. Además todos los mishigases que atentan contra el disfrute se los dejás al analista..... y te vas!!!
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