Hay muchas cosas incómodas en un baño público, entre las que se cuentan desde lavarse las manos dignamente (creanme) hasta tener un parto de trillizos (supongo), pero hay algo que supera cualquier situación: encontrarse con alguien conocido.
Qué hacemos si con esta persona no nos habíamos visto/saludado antes del encuentro?
Beso?
Apretón de manos?
Sinceramente cuando uno de los 2 está concentradamente tratando de no salpicar ni salpicarse, yo prefiero evitar las 2 opciones y me alcanza con un "Quétal" rapidito y ni siquiera hacer contacto visual.
Qué sé yo, tal vez sea timidez lo mío nomás...
viernes, 20 de febrero de 2009
Incomodidad en el baño público
Etiquetas: experiencias, odiados, reflexiones
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