Hay diversos motivos para no saludar a un conocido que está esperando el mismo subte que nosotros. Puede ser porque uno sea un sorete o porque el otro lo sea, porque son las 8 de la mañana y el aliento propio no es recomendable o porque no se puede confiar en el aliento del otro, porque se sabe que es aburrido o porque transpira con olor a trapo húmedo (cualquiera de los dos).
O simplemente puede ser porque saludarlo implica dejar de escuchar música, no poder avanzar con el libro de turno y/o no poder dormir en todo el viaje. Pero andá a explicárselo...
jueves, 27 de mayo de 2010
Si te he visto, no me acuerdo
Etiquetas: el mal entendido progreso, guias practicas, reflexiones, transporte y 1/2
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
10 comentarios:
Y por qué tendría que explicárselo???
La próxima vez elija esconderse antes de que el otro lo encare.
No falla.
jajajaja te banco a morir, será que me estoy convirtiendo en un viejo choto?
Soy del palo de esconderse o tomarse otro subte/bondi.
Hay días de caradurismo que lo he blanqueado medianamente (onda "che, me voy para aquella punta"), y creo que es lo mejor, porque al otro le pasa LO MISMO.
Igual la más cómoda es esconderse y/o hacerse bien, pero bien el pelotudo.
Bien bien bien... Roger, acá, no ha roto el equilibrio ;)
Queridos eMe, Tara y Roger: sepan que me hice el pelotudo atómicamente sumergiéndome en mi periódico gratuito y dejé pasar un subte.
Este vendría a ser mi post culpógeno-catártico. Gracias por comprender. Qué les debo?
50 pé
A cada uno, lógico.
Lógico
Y bueno... A veces hacerse el boludo/a es la mejor opción...
Jajaja
Hay que huir. Posta.
Te juro que hay que huir.
Publicar un comentario