lunes, 18 de octubre de 2010

Brownie loco

Parece ser que entre los jóvenes marihuanómanos y drogadictos se está extendiendo la costumbre de la pastelería indecente. Este concepto incluye el horneado de brownies, cookies o bizcochuelo de naranja "locos" (aka con fafafa adentro)

A mí, lo más loco del asunto me resulta que la gente que quiere estar bajo los efectos de un porro se tomen la molestia de cocinar una bandeja de brownies, dejar el horno y la cocina apestados para el pollo con papas que venga después, tener que esperar que se enfríe, cortarlo en porciones y tener que morfarse 2 kilos de chocolate en lugar de enrollar una seda y darle un par de pitadas a un faso.

Uds. me disculpan, pero me parece tan ilógico como que un borracho se quiera poner en pedo comiendo tiramisú.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

Coincido parcialmente, pero hay que tener en cuenta que "dicen" que el brownie especial pega más.
Me explico: parece ("dicen") que inhalar el humo de un faso pega hasta ahí nomás, pero que comerte una porción de marihuana y hacer la digestión y todo eso te pone de la gorra por tres días.

Roger Borratint dijo...

jajajajajaja!! Es que visto así Ud. tiene razón, pero no está teniendo en cuenta el factor equis: que esta pastelería indecente, como Ud. hilarantemente la ha bautizado, por regla general tiene el cometido de drogar a una persona que no quiere hacerlo por voluntad propia; o simplemente saltearse el paso posterior, que involucra la ingesta compulsiva y descontrolada de cualquier alimento, faceta conocida como "El Bajón".

Por otro lado, el efecto tiene algunas diferencias en su forma de manifestación, lo cual hace que sea interesante, al menos probarlo. No es tan así como dice el anónimo, la realidad es que hace efecto unas horas más tarde todo junto y todo de golpe. Te das cuenta de que en un momento estás jugando al bridge y conversando sobre la incidencia de Edgar Allan Poe en la redacción periodística del Siglo XX, y a los 4 segundos estás mirando fijo a una cortina y viendo a bambi manifestarse en los pliegues, escuchando Bob Marley y diciendo que te gustaría hacer una excursión cósmica por el universo infinito. Es bastante cómico verlo de afuera, y experimentarlo desde adentro confieso que también lo es.

De cualquier modo, es algo que generalmente la gente hace para haberlo hecho, pero que después no cala hondo en las costumbres del drogadependiente, justamente por los factores que Ud. ha mencionado.

Salú.

LeO dijo...

Tal vez esté mal que lo diga, pero yo sabía que Ud., Rogelio, sería un gran comentarista de este tema.

El tema del efecto retardado, lo entiendo. Lo de drogar a alguien de manera involuntaria, también.

Sin embargo, esto nació a colación de un gruop de gente que no fuman, pero cada vez que se juntan hacen brownies. Me pareció "loco" (cua!)


Anonimo, yo le creí. Pero acá Rogelio es LEY. Si él dice que Ud. está equivocado, así debe ser.

Yó.- dijo...

Le comento que los Brownies no son lo más loco que me han contado. Un amigo hace pizza y en vez de orégano le esparce marihuana.
Los fideos al pesto, no son al pesto, son al "puesto"... al RE puesto.
Y si tomara mate, ya sabríamos como termina la cosa.
Si me llego a enterar de alguna receta más, se la comento.
Tampoco entiendo para qué tanto rebusque, pero en fin.
Live and let die♪

eMe dijo...

Qué manera de desperdiciar. Todo.

Chocolate y marihuana.

LeO dijo...

Oiga, Yó: lo que Ud. ha aportado es realmente revelador. Lo de la pizza me pareció una genialidad. Además, ha Ud. comprendido el meollo de la cuestión: para qué tanto rebusque?


eMe, no será Ud. demasiado golosa?

eMe dijo...

Del choco, oh sí!

Roger Borratint dijo...

Quizás esta gente no quiere hacerse daño a los pulmones. Recuerde que el rebusque es relativo. Quizás Ud. lo ve como una estupidez porque suele orientar sus conductas hacia un resultado concreto. Probablemente esta gente disfrute el procedimiento de preparación en sí mismo, como si fuera un ritual; y lo demás es simplemente la fase final. Como esa gente a la que le gusta preparar el asado y después come un cachito, pero lo que le cabe es hacerlo.... el ritual ese de hacerlo.

Es muy difícil indagar en las motivaciones de un tercero. Acá en la esquina de mi laburo hay un flaco pelado que está siempre sentado ahí y no hace nada, cada tanto se ríe, y está ahí. No pide guita, no jode a nadie, no hace ningún laburo en particular... sencillamente se pasa el día ahí, al igual que yo me lo paso sentado acá en la oficina... Siempre me veo tentado a preguntarle qué es lo que hace... pero hasta el momento jamás lo hice. Mire si se enoja...

Me fui por las ramas mal.

Yó.- dijo...

Me acordé de otra que me comentó hace unos días el mismo amigo.

"Pollo a la marihuana".
No al verdeo como lo hago yo. A la maria juana nomás.

Ojo, el pollo chocho. (?)

Guerrillero Culinario dijo...

En Amsterdam me enseñaron como hacer muffings y brownie con Hachis. El tema es que, entre fumar y comer, el efecto aumenta considerablemente ya que, al comerlo se aprovecha casi el 90% de la droga y al fumarlo menos del 30%.

Obviamente hay que tener cierto cuidado con esto porque no es tan fácil de calcular y la eliminación es más lenta (así como el efecto también es más lento porque depende de la digestión).

Yo nunca probé ni hice lo que me enseñaron. Por las dudas. Son riesgos que prefiero no correr.

LeO dijo...

Rogelio, yo soy claramente asador por el asado en sí y si después no como tanto no me preocupe. Incluso hago brownies no-locos y difícilmente los coma por mi no-afición al chocolate. Empezaré a pensar, entonces, que es puro altruísmo.


Yó, el pollo es una exageración ya. Déjese de joder.


Le Cuisiner, algo parecido pasa con la nuez moscada o con la canela: si uno se zarpa las consecuencias pueden ser nefastas. En Amsterdam hay sahumerios, chupetines, todo con gusto a marijuana. Se me hace medio ridículo ya, no?

Unknown dijo...

Muy cierto lo de la nuez moscada. Ahí tenés un tema de permanencia en el organismo ya que, además de ser una droga tarda de 24 a 72 horas en que se vaya bien todo el efecto.

Amsterdam no me gustó mucho (será que no soy consumidor). Lo único que me copó fue comer los arenques crudos con la mano en los puestos de la calle.