domingo, 19 de agosto de 2007

El sandwich de miga misterioso

Existen infinidad de tipos distintos de sandwiches de miga, pero hay un gusto en particular que siempre se termina antes que los demás...


Para calcular la cantidad exacta de sandwiches de miga que existen en el universo, basta con hacer la siguiente cuenta:

Cantidad de gustos posibles: 100

Cantidad de panes posibles: 2 (negro y blanco)

Cantidad de no gustos disponibles: 2 (queso y jamón).
NOTA:Por "no gusto" me refiero a las cosas que están ahí en el sandwich, pero que resulta discriminado. Nadie dice "quiero uno de huevo y queso"; el común de la gente pide "me dás uno de huevo?".

Esto rápidamente nos da un total de 400 combinaciones distintas entre las cuales podemos enumerar, por mencionar solo algunas, los de huevo, palmito, tomate, choclo, lechuga, aceituna, ananá, jamón crudo, etc.


Ahora, porqué siempre el primero que se acaba es el de tomate?
Alguna vez se pusieron a pensar seriamente en esto?
Yo creo que la explicación es medianamente sencilla.

Sabor? NO. Definitivamente el de tomate no es el más rico. El de huevo, sin ir más lejos, es mucho más rico que el de tomate. Esto sin entrar en la categoría de especiales donde cualquier sandwich especial le pasa el trapo a un simplón sanguchito de tomate

Extravagancia y excentricidad? NO. Nada más simple que un tomate. En la mayoría de las casas donde venden sanwiches de miga, existen distintas categorías. Estas suelen ser: surtidos (por no decirles "normales" que queda medio feo) y especiales por lo menos. Entre los especiales están los de palmitos, los de ananá, los de jamón crudo... los ricos, bah. Entre los normales, siempre pero siempre está el tomate. Entonces esto no puede ser.

Precio? NO. El sanwich de miga se suele cotizar por su categoría, así que el de huevo cuesta lo mismo que el de tomate... en todo caso el de jamón y queso debería ser el más barato.

Color?... Ah, ah, ah... por ahí puede andar la cosa, eh.

Imaginese, señor lector, un platito lleno de sandwiches de miga.
Como este (la magia de la televisión...):


Existe ciertos grupos "cromáticos" de sandwiches de miga.
De lejos, uno de huevo podría confundirse con uno de choclo (y viceversa, claro)
Uno de aceitunas negras, podría pasar por uno de anchoas
Hasta uno de palmitos, podría terminar siendo uno de ananá
Y ese de color raro? Durazno? No, no puede ser de durazno...
Y si ese de lechuga en realidad es de berenjena?

Hasta los simples sandwiches de miga de jamón y queso, podrían terminar siendo después del primer mordisco, una trampa mortal de jamón y cholo...

En cambio el de tomate, es único.

Además de su frescura, humedad y buen sabor... es ROJO. No hay dudas. Desde lejos, desde un metro antes, uno ya sabe que ese es de tomate. No quedan sospechas. Tiene que ser de tomate. Ahora solo nos queda examinar cómo hacer para agarrar ese sin tocar toooodos. Tal vez agarrando justo el de arriba y poniendolo al costado, o dando vuelta la pila completa. Eso es lo de menos ahora. Tengo un metro entero para pensarlo, porque ya tengo plenamente identificado MI sandwich.

Por lo general, en un evento social donde haya sandwichitos de miga, uno no los tiene a mano ni puede darse el lujo de pasar 10 minutos manoseandolos sin que venga alguien a ponerle cara de culo o que alguno con mucha hambre venga y agarre al voleo cualquiera (sí, existen seres humanos que lo hacen... son los menos, pero los hay).
Entonces, cada decisión que tomemos desde el comienzo de nuestra expedición, iniciada unos pasos más atrás donde conversábamos aburridamente con algún amigo de nuestras parejas, hasta el final de la misma que concluye indefectiblemente con el primer mordisco exitoso sobre esa presa recién capturada, es crucial.

El sandwich de miga de tomate, nos regala segundos para dedicarnos a otra cosa.
Mientras nos acercamos, ya habiendo elegido desde muy lejos EL sandwich que vamos a agarrar, podemos pensar qué hacer con el chicle, relojear si el vaso que dejamos allá lejos en un rincón de la mesa para que no se confunda sigue estando ahí o si se acabaron los hielos y hay que pedirle a alguien que reponga.

Para concluir, 3 consejos:

Para el invitado: no insista buscando de huevo o de palmito, vaya a lo básico: consígase uno de tomate y evite malos momentos, servilletas rellenas de 3/4 de sandwich de berenjena mordisqueado y sensaciones similares

Para el anfitrión: no quiera pasarse de vivo. A nadie le gustan los que tienen durazno y ajo. Los de ciruela y panceta quedaron demodé. Vuelva a su instinto primitivo. Compre muchos de tomate y evitese situaciones embarazosas del estilo "che, quién compró estos sandwiches de mierda? Marta Minujin?". Si compra de distintos gustos, porqué no los pone en distintas pilitas y con un cartelito? Es muy jodido? No, no se identifican por el repulgue... hubiese comprado empanadas.

Para los fabricantes de sandwiches de miga: existe una sola variedad de sandwiches de miga, que puede echar por tierra esta teoría y que puede ocasionar grandes problemas en reuniones sociales que terminen en tragedia. Son los sandwiches malditos: los de morrón. No sea sorete, no los haga. Por el bien de todos, el de su familia y sus amigos. No sea hijo de puta, y evite hacer de morrón. Aparte, hasta el gobierno participa en esta iniciativa, poniendolo a $20 el kilo... no tiene sentido meterse con el gobierno.

6 comentarios:

Capitán Manija dijo...

aguanten los de morrón!!! casi casi pensé que te habías olvidado de ellos... no no, señor, los de morrón son una magia y por suerte tienen el mismo color que los de tomate... me siento muy tranquilo luego de tus conclusiones, pues ya puedo disfrutar de los menesteres sociales sin preocuparme por qué miga agarro (jeje... y como me gustan los de morrón me siento como Ayala que tiene un segundo de más cuando salta a cabecear... mientras otro duda si se trata de tomate o morrón, yo ya hice mi movida y me quedé con la presa...)

salud.

Rondita dijo...

La selección de un sanguiche de miga es similar al de una mujer en un baile, boliche, disco, bailanta o como quiera que se denominen a esas reuniones de infradotados que saltan sin parar consumiendo bebidas y demás sustancias a precios exorbitantes (disculpen yo también me estoy poniendo viejo). Lo primero que atina a hacer uno es abalanzarse sobre la bandeja de migas intentando rescatar algo que realmente le guste. Después de probar tres o cuatro y sentirse el más boludo de la fiesta por no encontrar ese sanguiche delicioso (compárese con el rebotar una y otra vez con las minas lindas hasta encontrar aquella que te de bola) termina por agarrar lo que queda en la bandeja sin importar el gusto de lo mismo, no es cuestión de quedarse con hambre (comparece con quedarse con ... bue). Es como dice leito hay que apuntar al de tomate, o la gordita de la fiesta, más vale malo conocido que bueno por conocer (no me vengan con que nunca se comieron una gordita).
La alternativa a esto es ser como quito que tanto con las minas como con los sanguches nunca tiene problema, pero quito hay uno solo.
Un abrazo (si con Z)

Pablo dijo...

Querido... este es uno de los mejores post que leí en el año!
Estos post son los que me hacen leer blogs de punta a punta.

Obviamente me cagué de risa. Tenés mucha razón en todo tu análisis. Los de tomate además de ser los primeros que se acaban son riquísimos. El color es clave... y su sensación de frescura húmeda (no te olvides que el comentario NUMERO UNO de la gente cuando prueba sánguches de miga es: "que ricos que están: están bien FRESQUITOS") Nada peor que un sánguche de miga seco, con el pan viejo, medio duro.

Menos mal que nombraste a los de morrón!! Muy ricos también.

Algo que es contraproducente de estos sánguches es la difícil identificación de los mismos y el poco lugar para el análisis al elegir en medio de una reunión social. Una vez me mandé uno de roquefort!! PUAJ!!!! y la vieja anfitriona hablándome en la cara sobre no se que tema. Al final me lo metí entero en la boca para que el sufrimiento fuera corto (no podía dejarlo por la mitad). Fueron los segundos más largos de mi vida.

Saludos!

P.

Roger Borratint dijo...

Me acabo de cagar de risa dos años después de que escribieras esto. Dudo que lo leas, pero lo dejo asentado para las futuras generaciones.

LeO dijo...

Roger, me hiciste notar que hace al menos 2 años que pierdo tiempo en esta mierda.

Muchísimas gracias.

Anónimo dijo...

LOS DE PEÑAROL SON LOS MAS RICOS LOS PODES HACER DE ACEITUNAS NEGRAS Y QUESO AMARILLO, O CHOCLO O YEMA DE HUEVO, ESTE ULTIMO CONVINA CON EL ESPIRITU DE ESTE GLORIOSO CLUB.