lunes, 30 de julio de 2007

Incompatible genéticamente

Los hombres y las mujeres tienen muchas diferencias y esto tiene una sólida base genética: los mujeres tienen sus 23 pares de cromosomas del tipo XX mientras que el último par de los hombres es del tipo XY. Sí, como si fuera con una patita menos.
Seguramente muchos de los que lean estas líneas ya lo sabrán. Lo que se van a enterar en el transcurso de este pequeño artículo son las verdaderas implicancias de esa diferencia: no Sres., no es el daltonismo, la hemofilia o el gusto por el fútbol....

Los hombres, al no tener esa patita, no tienen el gen conocido técnicamente como PCR, también llamado "placer de la compra de ropa".

Nunca se preguntaron porqué las mujeres se acompañan unas a otras para comprar ropa, disfrutan probándose una y otra vez el mismo jean, entran y salen de los probadores como si fuera una pasarela y en vez del espejo hubiera una multitud coreando su nombre?

Nunca les llamó la atención que en los negocios de venta de indumentaria masculina atienden 2 flacos a los que matemáticamente les sobra la mitad del día para atender a la cantidad de gente que pasa por los locales que en poco tiempo resuelven la compra y salen, mientras que en los locales de ropa femenina, son siempre 10 minitas y todas corren todo el tiempo con ropa en la mano?

Acaso nunca repararon en que las vidrieras, incluso las de ropa de hombre, están preparadas de manera tal que la mujer, que es la que siempre camina del lado de la vidriera mientras el hombre mira culos o hable por teléfono y/o lleva las bolsas se sientan atraídas magnéticamente por las prendas?


Sres., esto tiene una base genética que lo explica claramente, en la cual no quiero ahondar. La preocupación que me lleva a escribir estas líneas es que todos entiendan cuáles de los síntomas que durante años no tuvieron explicación para Uds., podrían ser explicados por esta mutación anómala en el ser humano macho y se lo expliquen a sus mujeres de manera de evitar recurrentes peleas por algo que nunca va a poder cambiar.


- "Es genético mi amor"
- "Perdoname mi vida, no sabía"


Las mujeres no pueden comprar una prenda de vestir (especialmente pantalones) sin probarse al menos 4: el de su talle, uno más para ver cómo quedaría y uno menos para descartarlo y siempre en un par de colores.
El hombre, si el primer pantalón más o menos va, se lo lleva puesto.

El hombre entra a un probador, se saca la/las prenda/s que lleva puesta/s y que le impiden ponerse la que se quiere comprar, se mira al espejo, resuelve si va o no va, se vuelve a poner su ropa original y sale con un veredicto "me lo llevo" o "gracias".
La mujer entra al probador, se saca más de la ropa que estrictamente necesita para evitar posibles contaminaciones visuales con indumentaria de otro color que en el futuro no utilizará junta, se prueba, se mira, solicita una prenda que no va a comprar (y esto lo saben ella, la vendedora y todos los que estamos alrededor mirando), durante un largo rato se mira al espejo, sale para escuchar el veredicto de todos los presentes e independientemente de lo que éstos opinen repetirá la rutina varias veces más mientras se justifica "mmm... no convence acá, quiero ver otro por las dudas".

El hombre no entiende porque la mujer sale del probador y corre la cortina para ver cómo le queda una prenda, dado que el espejo está ADENTRO del mismo probador del que se está alejando. Es para ver todo con "otra perspectiva" o para ver lo que verían los que le miran el culo desde la otra cuadra?
La mujer no tolera que el hombre entre al probador, salga al minuto con su ropa original puesta y con lo que se entró a probar en la mano.
En países subdesarrollados, se da el caso de mujeres que obligan a sus maridos/novios/amigos a volver al probador para ponerse lo que se están probando y le muestren a ellas cómo les queda. En estos casos, se escucha inequívocamente la frase "a ver, levantate a ver cómo te queda". (NdeR: si no me lo levanté antes, es porque me queda como el orto y me hace flotadores... sí yo también soy coqueto y qué?)

El hombre, en el caso de estar acompañado, resuelve democráticamente la compra teniendo en cuenta su propia opinión, la de uno de los vendedores y la de algún amigo o novia o mujer que lo haya acompañado ocasionalmente (esto último suele evitarse por motivos obvios).

La mujer utiliza la siguiente fórmula para obtener un sí (1) ó un no (0):

R = [on*(-1) + op/2 + (oa + ov) *2 + ea] / (pc - pec)

Siendo:
R = resultado (1 = sí lo llevo; 0 = no lo llevo)
on = opinión del novio
op = opinión propia
oa = opinión amiga
ov = opinión vendedora
ea = época del año (verano e invierno = 0,5; primavera y otoño = 0,25)
pc = precio de compra
pec = precio esperado de compra

De esta manera, la ecuación resulta en que lo que el novio dice, se hace lo contrario; a eso se le suma lo que opina ella misma, pero más importante es lo que opinan la vendedora y la amiga (que siempre opinan igual entre ellas y al revés que el novio) pero independientemente de esto y una vez que se determinó si le queda bien, entra en juego el factor oferta: si la época del año y la diferencia de precio son las indicadas, se pueden llevar a su casa algo que nunca volverán a usar. En caso contrario, podrían no comprarse algo que le hace unas tetas divinas solo porque a lo mejor en otro lado lo compran $10 menos.


El hombre, solo tiene en cuenta el talle de la ropa. Si se prueba algo M y lo tiene que cambiar de color o de modelo, porqué se lo va a volver a probar?
La mujer, si detectara un hilo suelto en una prenda M, se tiene que probar cualquier otra que le acerquen aunque sea de la misma talla "puede ser de otra partida" opinan como si fuera expertas costureras o diseñadoras.

Cuando el hombre compra algo, es porque lo va a usar a) esa misma noche; b) al otro día; c) para un evento particular que ya tiene reservado.
La mujer hace acopio de ropa. Compra, porque tal vez alguna vez lo pueda usar. Por eso después terminan regalando cosas con la etiqueta puesta cuando hacen limpieza.

La mujer no puede caer en combinaciones sencilla del estilo negro+negro o verde + marrón.
Ellas necesitan combinar por lo menos de a tres colores: rojo con azul oscuro con blanco; chocolate, turquesa, marrón (no, chocolate y marrón no son el mismo color Sres.); crudo, hueso y beige

El hombre conoce los siguientes 8 colores: negro, blanco, amarillo, verde, azul, rojo, marrón, gris.
La mujer cree que "crudo", "hueso", "marfil", "ladrillo", "botella" y "melange" también son colores.


Por último, pero no por eso menos importante, el hombre sigue una regla de oro (y si Ud. es hombre y no la sigue, debería): nunca compra simultáneamente 2 prendas en el mismo lugar. Es ley eso.
La mujer, no puede salir de un shopping con una sola bolsa.


Chicas, entiendannos: no tenemos la patita... vayan solas a comprar, no nos quieran convencer de que nos gusta, no es cierto que "es algo lindo que podemos compartir" para eso están sus amigas que sí tienen las 2 X. O seguramente encontrarán alguien que desde el probador de al lado les diga "llevalo, te queda divino".


Ojalá esto ayude a que muchas parejas sobrevivan épocas de liquidación, visitas a shopping en días de lluvia y compras de navidad, sin morir en el intento.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

No paro de reirme!!! Sos un geniooooo como lo contas..... te quiero!!!! jajajja

Rondita dijo...

Cada vez que vuelvo de acompañar a mi novia de compras es la misma promesa: es la última vez que te acompaño. Por que siempre terminamos por seder en esos momentos de debilidad. Si hubiese cumplido a rajatabla esas promesas ya habria terminado la facultad y algún que otro doctorado.
Casi me echan del laburo por matarme de risa, muy bueno leito.
Un abraso

Anónimo dijo...

Juaaaaaaaaaaa Jua Juaaaa, tan chiquito y ya conoce a las minas

Ariel dijo...

Es tal cual. Tal cual.
Asi como dijo Rondita, todas las veces que vuelvo prometo lo mismo. Pero si no la acompañas es un problema aparte (tambien para que analices Leo).
No hay nada peor que cuando le desarman el local, se prueban 800 cosas, la vendedora muy paciente (obviamente porque va a comision) y a ultimo momento, "chau gracias, no me convence nada". ¿Como "chau gracias"? ¿Como "chau gracias" si las ultimas 28 prendas te las probaste para ver como te quedaba ese vaquero que llevabas seguro?
Excelente Leo. Muy pero muy bueno.

Anónimo dijo...

cotilleando por la blogosfera caí aquí, y me he reido un monton! XXXXXXXXXXXXXXXXXDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD, debo reconocer que me sentí re identificada en varios puntos XD...

bss!

Anónimo dijo...

Impresionante...!! Increiblemente Ilustrado!!
Me encanta sentirme tan identificada....esta buenisimo ser mujer e ir de shopping.

Una pregunta: comprar camisa y corbata en el mismo lugar no es romper con la regla??