miércoles, 30 de enero de 2008

2 días en la vida

Una escapada de fin de semana o un par de días en la casa de otra persona obligan a uno a armar un pequeño bolso.

Cómo puede ser que uno vaya poniendo cosas y termine armando un bolso para 2 días más grande que si se fuera un mes a cazar canguros a Australia???

Si tengo tiempo, a lo mejor armo un bolso más o menos chico... Pero si lo hago rápido me queda una valija de 47,6 kilos, más una mochila con cargador de celular, libro, anteojos, batería para la cámara de fotos, llaves, desodorante, alguna lapicera, aspirinas y otro millón de cosas que seguramente no sean necesarias pero uno nunca sabe, no?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Todo depende....Si te vas solo, llevás de más para pescar algo.
Si vas acompañado ...también llevás de más porque la tarea de seducción no se acaba nunca.
Si sos un vejete craquelé , el mayor lugar lo ocupan los remedios.Si vas en auto ¡¡qué c.. te importa si no lo tenés que cargar!!!
¿seremos esclavos de nuestras pertenencias?¿nos cuesta tanto extrañar al osito de peluche?

Rondita dijo...

Creo que la balanza se inclina rápidamente si ponemos de un lado a las mujeres y del otro a los hombres. El hombre con un pantalón corto, uno largo, dos remeras, una camisa y varios calzoncillos le alcanza para sobrevivir una semana en cualquier parte del mundo, en un pequeño bolso de mano le entra todo lo que necesita de su mundo personal pata disfrutar de sus vacaciones. La mujeres necesitan llevarse consigo el 90 por ciento del ropero, necesitan remeras, remeritas, musculosas, pantalones, vaqueros, pantalones cortos, polleras, polleritas, camperas, camperitas, una de cada cosa para cada día del viaje, ya que nunca se sabe que pueden necesitar. A parte llevan exclusivamente un bolso de cosmético o accesorios femeninos, uno de ropa blanca y otro de cosas varias, y cuando llegan a destino pronuncian la frase tan temida “no tengo nada para ponerme” por lo que uno se pasa la mitad de sus vacaciones acompañándolas a adquirir ropa que solo usaran un par de día y morirá en algún rincón húmedo de la casa por haber pasado de moda.
Es todo un desafío el armar el bolso de viajes y no morir en el intento.
Un abrazo Leito.