domingo, 30 de marzo de 2008

"Entre pitos y flautas"

Según recientes encuentas esta es la frase más boluda del idioma castellano.
Sí, de verdad. No intenten buscar frases más inútiles porque no las van a encontrar.

Nadie sabe bien qué significa, nadie entiende qué son los pitos y las flautas y donde pueden estar mezclados para que tenga sentido situarse entre medio de los unos y las otras.

A lo mejor entre músicos es un cago de risa la frase, no sé.

Si yo tuviera una casa de música que vendiera pitos (?) y flautas, pondría los pitos en una punta del local y todas las flautas en la otra. ¿Para qué?

Para que cuando venga algún boludo a preguntar "¿Vendés pianos?" le pueda contestar "Sí, están entre pitos y flautas".

Como no tengo una casa de instrumentos musicales, la odio.

En la próxima edición de esta sección: "Hasta que las velas no ardan".

jueves, 27 de marzo de 2008

La paloma de La Paz

Hay 2 tipos de palomas.
La paloma de la Paz, es un modelo que viene en color blanco, con rama de olivo en la boca y que la gente aplaude cuando sale de la galera de algún mago:



La otra es la de La Paz, Bolivia. La paloma sudamericana en general no es tan glamorosa como la Europea: se caga en la gente que le pasa por abajo y ocupa las plazas disputandose el lugar en los bancos con linyeras, cartoneros y borrachos.

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miércoles, 26 de marzo de 2008

Test vocacional

Llegué a la conclusión de que todas las profesiones o todos los oficios tienen un enemigo. Un enemigo, no es un competidor... es una sindicato entero que le saca (o intenta sacarle) la comida de la boca a los profesionales de otro rubro.

Hay algunos más obvios que otros, como el de los médicos y los que tienen una casa de velotorios. Cada paciente salvado, es un "evento" menos... razón suficiente para la eterna enemistad.

Pero hay algunos, que no son tan obvios.

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lunes, 17 de marzo de 2008

Guarda !!!!

El hombre llegó a la luna.
El hombre inventó la televisión, la internet y el botón de "Canal anterior" en el control remoto.
El hombre desarrolló sofisticados métodos para conservar los alimentos como la heladera y el Tupper.

Entonces...

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¿Cara o ceca?

Meto la mano en el bolsillo y lo único que encuentro son 3 paquetes de chicles.
A lo mejor en el otro tenga más suerte... Carilinas. Lleno de Carilinas.
La latita donde solía tirar las monedas al llegar a casa, está llena de caramelos. De los caramelos que compro cuando necesito monedas.



¿Y las monedas? ¿Dónde están las monedas?

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lunes, 10 de marzo de 2008

El gusano metálico

El subte es el medio de la cultura. ¿Será acaso la herencia inglesa?

Todo el mundo lee. Están los que leen los apuntes camino a la facultad. El que lee su diario (La Nación, bien cómodo para el subte). El que garronea La Razón y lo apura antes de que se lo pidan en la última y lo vendan a los que vuelven.

No falta tampoco el que lee el diario... del otro.

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Lluvia de mierda

Con miedo de que sea literal, escondido debajo de un toldito de una casa que vende paraguas y otras mil quinientas cosas, apunta su cámara al cielo con miedo a perderse la oportunidad.

Otros arrugan la nariz por temor a los efectos colaterales y todos encojen hombres y arrugan frentes. ¿Acaso así los teresos que se rieguen pegan menos?

La lluvia ya es parte del paisaje de la ciudad. Como los del Casino que se cagan a trompadas. ¿Cómo puede ser que hace 15 días que llueve en todos lados y no para?

Todos los días al laburo con el paraguas. Ahora falta nada más que me lo lleve al mediodía cuando salgo a almorzar, porque siempre empieza a llover cuando estoy volviendo.

¿Qué tan boludo puedo ser?

miércoles, 5 de marzo de 2008

En la esquina de polenta y pajaritos

Los lugares para irse de vacaciones, tienen nombres que ya relajan. Juntarse en la esquina de la 5 y costanera es bastante menos estresante que la esquina de Santa Fé y Callao... parece que los números ya ayudan.

Hasta me podría ir de vacaciones a La Plata !

Esto da lugar a 2 reflexiones interesantes.
Por un lado, resulta que los nombres de las calles puedan ayudar o complicar, según se quiera. Una mueblería que consiga un local entre Algarrobo y Roble es un golazo... Sería bueno para un abogado evitar la calle Cuervo y un telo en la esquina de Golondrina y Margarita puede ser prometedor.
A continuación ciertas combinaciones que podrían tener en cuenta los que se encargan de ponerle el nombre a las calles de los lugares, que no sé exactamente que título vendrían a tener:

  • Nombres de sandwiches a las calles las paralelas a la playa y nombres de bebidas no alcohólicas las que nazcan en el mar. Ejemplo "Nos encontramos en Choripán y Mirinda a las 4 de la tarde"
  • Nombres de enfermedades contagiosas las de dirección Norte-Sur y nombres de remedios las Este-Oeste. Ejemplo: "Dónde queda el hotel que paraste?", "En Tuberculosis entre Penicilina y Amoxidal". Un poco duro, pero hay gente que disfruta de sus internaciones...
  • "Che, viste el que abrieron en Culito y Tanga?", sería en un lugar con partes del cuerpo para un lado y ropa para el otro. La costanera debería ser "Calzones largos" y la del centro.... bueno.... me la reservo.


Opciones hay miles.... escucho ofertas.

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lunes, 3 de marzo de 2008

Mi vida en peligro

La lluvia apenas había dejado de caer por unos minutos y era el momento ideal para combatir el encierro que el diluvio de los últimos días nos tenía acostumbrados.
Las zapatillas en vez de las ojotas y la campera en vez de la remerita de entrecasa eran suficientes para adentrarnos en el bosque.

No sabíamos lo que el destino nos deparaba...



Como si acaso nos sintiéramos culpables de estar interrumpiendo algunas de sus actividades, nos fuimos retirando de a poco, volviendo sobre nuestros pasos.

- "No mires para atrás y caminá tranquilito", me indicaron
Yo, obediente como siempre, miré para atrás.
- "Nos estás siguiendo...", dije ya con la voz temblorosa
- "No, no nos está siguiendo"
- "Guau, guau, guau", se escuchaba siempre detrás nuestro.
- "Sí, nos está siguiendo y se vino de mi lado".

Entonces, me cambié de lado. Me fui sobre el otro costado para que no sea mi olor el primero que detecte ese animal endemoniado (y de paso, para que no sea mi pierna la primera que encuentre en su camino voraz).

Las cuadras se fueron sucediendo y los ladridos no se alejaban. Las miradas por arriba del hombro y los pasos del monstruo escuchados como de reojo hacían que vaya de un lado al otro del camino. En algún momento me pregunté si no seríamos de verdad tan dañinos como este perro mugroso pensaba. Me sentía sucio.

Hasta que de repente, dejé de escuchar los ladridos.

"Acaso se habrá cansado de seguirnos, esta mierda de perro?", pensé.

Fue ahí cuando me di vuelta rápidamente y ya no vi al perro a la distancia que solía estar, unos metros detrás nuestro.
Mi vida pasó por delante de mis ojos en un segundo.
Ese monstruo corría hacia nosotros (hacia mí, en realidad) con las fauces abiertas y listo para atacar, cuando solté la mano de mi compañera y desde lo más profundo de mis entrañas exclamé

"ANDA A LA PUTA QUE TE PARIO PERRO DE MIERDA".

El mundo se paró.

Los pájaros dejaron su alegre cantar y el viento hizo un compas de espera en su agradable soplar.

Mi compañera me miró asombrada porque no sabía qué pasaba.

El perro empezó a caminar hacia atrás, asustado tal vez. Precavido seguro.

Era yo el que empezó a avanzar hacia el perro, con los dientes apretados y babeandome la campera.

Nos dimos vuelta y seguimos nuestro camino no sin antes agarrar un palito por las dudas. No para tirarselo a algún lindo perrito y que lo traiga sino para partirselo por la cabeza.


Cuando el mundo volvió a la normalidad, se escuchó la pregunta de rigor...
- "Qué pasó?".

La respuesta no se hizo esperar
- "Ese perro me quizo comer. Me salió de adentro el grito. Ahora caminemos un poquito más despacio, que estoy cagado en las patas y me tiemblan las piernitas".

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