Más o menos 8 años debería tener cuando mi primo (Psicólogo 20 años después) me instruyó en la existencia de las manías. Dormíamos en mi casa y ya con la luz apagada me preguntó cuáles eran las mías y me instruyó en el concepto. Acordamos que la mía era sacarme mocos y pegarlos debajo de mesas y sillas y la predilecta de él, chupar el cuello de las remeras.
Diariamente rememoro esta situación cuando voy a elegir un vaso de plástico del dispenser de agua y no agarro el primero: saco la pila por la mitad, agarro uno y vuelvo a dejar los demás...
Cuando saco compulsivamente el celular del bolsillo, los desbloqueo para ver la hora (aunque no sea necesario) y lo vuelvo a bloquear, también.
Si me encuentro mordiéndome los dedos de las manos, me acuerdo también.
Cada vez que escucha una sigla graciosa (como A.P.A.) y la voy repitiendo todo el día, incluso en voz alta, pienso en mi primo.
En el baño, cuando siento que tengo que apretar los botones de todos los mingitorios antes y después de entrar, también pienso en la palabrita "manía".
Ahora que lo pienso así, estoy bastante maníaco...espero no deprimirme y armar un cóctel explosivo!
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Maniaco yo?
Etiquetas: reflexiones
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1 comentario:
Mmmmmmmmmmm yo no sé si la de los mocos era una manía.
Era una asquerosidad, eso sí!
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