martes, 15 de diciembre de 2009

Mi maniobra favorita

Hace 10 años que tengo registro y hace más o menos 11 años que empecé a manejar.
Mi papá fue estricto con el método de enseñanza, con los horarios de práctica, con la modalidad de infundirnos temor ante un posible error y las consecuencias de devolver el auto hecho un acordeón. Claro que nada de esto evitó que después manejo dormido, comiendo un BigMac con una mano por Av. Córdoba o que le haga algún que otro rasguño al auto de sus amores.


Aunque en su momento me costó aceptarlo y hasta me valió la fractura de un dedo, hoy ya me lo tomo con un poco más de soda. No, no le estoy agradecido de haber sacado el registro 6 meses después de lo que podría haberlo hecho ni de haber salido solo recién 6 meses después de tener registro. Sigo calentito.

Su lógica era que el registro era el certificado de haber aprobado el exámen que exigía el Gobierno de la Ciudad, pero no significaba nada para él.
Ni siquiera volví a mi casa manejando ese día...
Recién después de sacar el registro, empezaba el verdadero exámen.


Recuerdo cada vez que las hago, las 3 cosas que más útiles me resultaron y se convirtieron en mis maniobras favoritas:

1) Mi papá no conoce otra forma de estacionar a 45° ó 90° que no sea de culata. Para él no tiene sentido ahorrarse unos minutos estacionando y después perderlos sacando el auto. Para estos momentos, la matemática es fundamental: se debe pasar finito del auto estacionado hasta que nuestro farol trasero casi se toque con el farol que queda hacia afuera del auto estacionado, particularmente el lindero al espacio libre. En ese momento, cerrar toda la dirección para "abrazar" al auto estacionado. No falla. Ni siquiera hace falta salir para acomodarlo después.

2) Para estacionar en una calle cualquiera, paralelo al cordón, todos los giles se fijan por un espejo y tienen una medida de referencia. Los que aprendimos con mi papá sabemos que lo correcto es mirar por el espejo exterior (el que quedó del lado de la calle) y cerrar todo cuando se ve en este espejo, el extremo pegado al cordón del auto de atrás. No hace falta más nada. Puede estar lloviendo, pueden vendarte los ojos, te puede tocar bocina un colectivero enardecido.
Este técnica es infalible.
Casi infalibe. Está pensada y testeada para un Falcón 82 con dirección dura y casi 6 metros de largo o en un Duna sin dirección de ningún tipo. Restaría aggiornarla un poco porque con la dirección blandita de los autos más modernos, cordoneás como un boludo. Cordoneo, como un boludo.

3) El ingenio popular indica frenar cuando se ve venir la curva, agarrarla a baja velocidad y después retomar la velocidad anterior cuando se sale de la curva. Mucho después de haber abandonado el macabro curso paternal de manejo, agarramos juntos una curva a alta velocidad y como si fuera un Jedi que transmite sus conocimientos más profundos me dijo "en el medio de la curva, acelerá". Yo pensé que estaba loco, que la vida ya no servía para nada para él pero que yo quería seguir "disfrutándola" un poco más. Lo dijo tan confiado que no podía no hacerle caso.
Cada vez que agarro una curva, sonrío solo como un salame.



Eso sí, por más que lo intento, todavía no logro ir marcha atrás apoyando una mano en el asiento del acompañante mientras miro por la luneta.
No hay manera de que no doble para el lado contratio, incluso alguna vez confundí el freno con el acelerador y me subí a una vereda en vez de frenar antes de morder el cordón.

Tendré algún cable conectado al revés.

7 comentarios:

eMe dijo...

Doblar para el lado contrario???

Cuando lo increpé a mi hermanito para que me enseñe a manejar, el muy maleducado me respondió: "primero contratá una grúa, después charlamos".

Un irrespetuoso.

Roger Borratint dijo...

Yo manejo bastannnnnte mal. Sin embargo, jamás choqué. Quizás simplemente sea una ironía del destino, o un mensaje para un tercero que yo no sé quién es pero que está aprendiendo una valiosa lección de vida al ver un inepto teniendo éxito al volante (o no fracasando más bien).

Manejo hace 6 años nomás (sacar el registro fue algo que no hice hasta entrados los 20's).

Es obvio que mañana mismo voy a chocar por haber mencionado que nunca choqué.

Actualizaré.

Luis dijo...

Esta entrada es interesante y emotiva. Yo también aprendí de mi papá.....jeje, claro que no era el gurú que dibujas en tus líneas, pero no importa, es mi papá.

Lo de estacionar y andar para atrás controlado, incluso doblo en las direcciones correctas y todo.

Pero lo de la curva??, ya sé que cuando uno aprende de pequeño ya no es tan fácil cambiar de grande.

Creo que lo de acelerar es hasta cierto punto correcto y entretenido y una acción segura, lo que sí añadiría es que antes de liberar la recta que precede a la curva, y evaluando las características de la misma, hay que seleccionar el cambio (la marcha) adecuada que nos permitirá acelerar al ritmo que queremos cuando pasemos el punto de inflexion de la curva.

Tema de fondo, y seguro que hay cosas en la vida que deben ser así, nunca entrar en una curva sin marcha metida, controlar con el embrague.

Segundo tema de fondo, no siempre la mejor acción es frenar, a veces es mejor acelerar.

LeO dijo...

eMe, nunca me imaginé que un hno. podría enseñarle a otro... espero que eso haya terminado más o menos bien.


Sr. Roger, no se duerme al volante?

Luchín, grandes aportes.
Hace tiempo estoy experimentando algo diferente, que no es ni frenar ni acelerar: apreto el embrague.
Como cuando las ruedas y el motor llevan ritmos o intenciones muy diferentes, conviene que estén desacoplados por un tiempo antes de continuar andando juntos. Lo mismo le digo a mi mujer...

Pablo dijo...

Yo aplico lo de acelerar a la mitad de la curva. Funciona muy bien.
Me gustaron mucho los consejos al estacionar.
Y el remate del último comentario es sublime, jejeje.

LeO dijo...

No quiero mandarme la parte, pero recientemente una amiga necesitaba con urgencia una ayuda para dar su exámen de manejo y mis aportes técnicos fueron de enorme ayuda para superar el trance de estacionar entre 2 vallas.

Al salir toco una de las 2 vallas y fue reprobada en su exámen, pero ahí yo no tengo nada que ver, eh.

eMe dijo...

Bueno, pero digamos que "Ser de enorme ayuda" no le sirvió.

Lo que necesitaba era pasar, y no pasó. Ud., vuelva en marzo por favor.