martes, 24 de agosto de 2010

Diplomacia del transporte vertical

Debe haber un código medianamente aceptado a la vez que innato que regule el comportamiento social en torno al uso y abuso del ascensor, pero es en este acto en el cual me declaro completamente ignorante de su existencia y de su eventual contenido.

Cuando llego a la oficina, por la mañana, es común estar subido al ascensor y entre las puertas que se cierran ver a un compañero o un conocido que está atravesando el ingreso al edificio o los mismísimos molinetes y mientras me debato entre dejar el ascensor abierto para "llevarlo" o dejar que se cierre cuando el aparato lo considere, las puertas se cierran lenta y burlonamente, quedando yo como un hijo de puta.

No es poco común que al querer abrir las puertas para mantenerlas abiertas y recibir a alguien, uno apriete por error el botón de cerrar y se note a las claras que no fue la naturaleza divina quien aceleró el proceso natural de cerrado para acortar el tiempo disponible para que otros aborden la misma cápsula. ¿Se debe volver al piso original y pedirle perdón al que dejamos a pata¿ ¿o tiene que saber que se tiene que tomar el de atrás y listo?

Cuando uno hace el esfuerzo desmedido y notorio para dejar la puerta abierta, pero el próximo ingresante rechaza gentilmente la oferta, se produce una extraña incomodidad entre el que tiene la puerta abierta con su
inequívoca cara de "te estoy teniendo la puerta, ¿cómo me lo vas a rechazar, flaco?" y el que prefiere quedarse abajo con su expresión a mitad de camino enter "no me obligues a subirme y que suene la chicharra del sobrepeso porque no lo soportaría" o "prefiero viajar solo porque tengo un pedo monstruoso atravesado y me lo pienso tirar de planta baja al tercero de manera ininterrumpida".


Yo por las dudas me seguiré calentando cuando me cierran el ascensor en la cara y ni hacen el intento de dar un pasito adentro para que lo pueda tomar, le indicaré mi piso al que esté más cerca de la botonera aunque no me haya ofrecido el servicio de marcado y repudiaré con el corazón a las histéricas y egocéntricas que desde la calle vienen gritando que el ascensor (y el mundo) se detengan para espararlas.
Dicho repudio no se verá reflejado en una prematura cerradura de puerta, porque soy muy cagón.

8 comentarios:

Roger Borratint dijo...

Creo que para estos menesteres, siempre entré en la categoría de persona "exageradamente amable". Me he llegado a pelear con gente que ya estaba dentro del habitáculo, porque me decían que cerrara la puerta, mientras yo la sostenía abierta para una persona que venía a 25 cuadras.

A una conchuda una vuelta la estuve esperando media hora, pero con la mejor eh! Cuando se subió, me quedé esperando a un motoquero que estaba terminando de agarrar sus cosas. La mina me dijo "dale, cerrá" y yo le dije "a vos te esperé media hora, ¿en serio me estás diciendo que no lo querés esperar?" Y le clavé la mirada más incriminatoria que pude.

Es imposible quedar bien con todos así que ahora lo que vengo haciendo es entrar, mandarme al fondo del ascensor y mirarme al espejo. Si viene alguno tengo el tiempo justo de hacer un pedorro amago como para simular que me importa, pero la verdad ya no me importa más. Perdí la inocencia.

No sé por qué me late que acá eMe va a tener la posta.

eMe dijo...

Se sube
Se marca el piso
Se pone cara de boludo, o,
Se pone cara de "qué? me viste cara de ascensorista?"

Lo cierto es que esa actitud terminó siendo resultado de que sistemáticamente confundiera los botones que mantienen las puertas abiertas o cerradas. Pero siempre eh?

Entonces, terminaba pasando eso de cerrarle las puertas en su propia nariz a todo el mundo.

Resumiendo: hay que hacer lo que hace Roger, sumando mi cara cara de "QUÉ PARTE DE QUE NO ESTOY ACÁ PARA SOSTENERTE LA PUERTITA NO ENTENDISTE?"

Y punto.

(LeO, por qué son "egocéntricas" las que vienen gritando desde la calle??? No son boludas nomás???)

Roger Borratint dijo...

Claro, en realidad la cara no tiene que ser necesariamente de mala onda. Yo creo que es más como una fingida empatía (hoy aprendí lo que quería decir empatía, en algún lado la tenía que meter) mezclada con un "sabrás entender, esto no es lo mío, por eso mi torpeza, y por eso te quedaste abajo, incauto".

Son egocéntricas porque consideran que todos deben esperar para que ellas puedan tomar el ascensor.

Igualmente lo egocéntrico no quita lo boludo, quédesé tranquila!!

eMe dijo...

Ah, menos mal, me volvió el alma la cuerpo!!!

Roger, cuándo pone la escuela? Deleeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee!!!

LeO dijo...

Chicos, el día que me harte de escribir en este blog, prometo que se los imprimo y se los mando a cada uno a su casa... este blog son Uds., claramente.

eMe dijo...

LeO, estás ovulando mi vida? Un chocolatito? Un tecito?

Roger Borratint dijo...

jajajajajaja!! eMe, a veces sus respuestas me dan ganas de esculpirle un monolito!

eMe dijo...

Ud. también me cae bien, Roger.
Lea su mail y convide.