Quienes trabajan en una oficina, pasan más tiempo del que pasan despiertos en la oficina y rodeados por sus compañeros de trabajo, que fuera de éste y rodeados por sus familiares. (Si a esto además le sumamos el tiempo que lleva llegar e irse del trabajo, las horas extras y los llamados post-oficina, alguno se va a pegar un tiro, así que mejor ni lo nombro).
Lo cierto, es que la vida de oficina es distinta a la vida no-oficina. A veces, hasta son completamente opuestas... cuál es la verdadera vida y cuál es la que está patas pa´arriba?
Un ejemplo de esto, son los cumpleaños.
En la vida "normal", la de afuera de la oficina, cuando uno cumple años está acostumbrado a invitar a sus seres queridos a comer y seguramente reciba algún que otro regalito.
Resulta que en la vida de oficina, las cosas funcionan completamente al revés: uno tiene que llevar regalos a la oficina (facturas, brownies, chocolates, etc.) y todos lo invitan a uno a almorzar.
Otra cosa en la que la vida dentro y fuera de la oficina se diferencian, es en el consumismo.
Cuando uno vive fuera de la oficina, cuando necesita algo se acerca a un supermercado, una perfumería, un almacen o algún negocio de otro ramo.
En la oficina, un representante de alguno de estos rubros se acerca a nosotros y nosotros compramos independientemente de lo útil o no que esto nos resulte. Es así, como la gente compra DVD vírgenes sin saber para qué son, cremas para la cara en base a pepinos y pepinos y aceitunas verdes en salmuera por kilo, sin tener la menor idea de si esto verdaderamente es un ahorro o no con respecto al precio del mercado "off oficina".
Además, hay una cuestión exraña al respecto de los hábitos alimenticios. Muchos en sus casas, se acostumbraron a mirar la televisión, escuchar la radio o poner un poco de música mientras comen en familia.
Acá, en las oficinas, se hace de todo (después de todo hay que laburar, no?) y de mientras se come de todo. Qué es de todo? DE TODO: galletitas con queso blanco y mermelada, helado, tostadas, grisines, galletitas dulces y saladas a cualquier horario, sandwiches de milanesa completos, papas fritas de paquete y de las otras, combos de McDonald´s, parrillada completa para 4, ravioles con tuco, caramelos de todos los gustos y texturas y alguna que otra manzana verde.
Si Ud. es parte de esta gran familia que componen los ámbitos de oficina, lo invito a expresar sus propias vivencias... para que uno se vaya haciendo un poco una idea de lo que puede llegar a encontrar, vió?
martes, 6 de noviembre de 2007
Escenas de la vida conyugue-laboral
Etiquetas: experiencias, reflexiones
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1 comentario:
Los compañeros de trabajo son más familia que la propia familia, uno se pasa el doble de tiempo con ellos que lo que disfruta de su esposa e hijos. He almorzado más veces con mis compañeros de trabajo que con mi novia en los diez años que la conozco.
Un abrazo leito
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