lunes, 26 de noviembre de 2007

Transporte y medio: TAXIS y TAXISTAS

La impunidad lleva a la gente a cometer cualquier tipo de delitos: asesinatos, secuetros, actos de corrupción y exhibiciones eróticas en la vía pública.
Los taxistas no tienen ninguna de esas costumbres, pero no por eso dejan de comportarse como seres impunes y sin castigo alguno.

Todos sabemos que suelen violar alguna que otra ley de tránsito, que no siempre cumplen con las exigencias que regulan su labor y que alguno que otro tiene conectado el piripipí para que vaya más rápido el reloj. Vaya y pase.
Lo verdaderamente molesto del taxiste impune es que crea que porque el que maneja el taxi es de él, tiene derecho a las siguientes atribuciones:
- Escuchar la radio que EL quiera (si es AM: Radio10 o la Red; si es FM: cumbia o tango)...
- Insultar a los gritos a cualquier otro conductor sin importar si estamos hablando por celular con un familiar agonizante...
- Forzarnos a hablar del tema que EL quiera: política ("acá son todos una manga de chorros, no te parece?"), filosofía ("el mundo está así por culpa de la falta de solidaridad... yo lo veo mucho acá arriba del taxi. Vos de qué laburás, pibe?") o fútbol.
- Meterse en las conversaciones de los pasajeros. No importa que no conozca a nuestro jefe al que estamos puteando, no sepa de qué religió seamos cuando comentamos un casamiento ni tenga la menor idea de la Teoría General de Sistemas: nada de eso es suficiente para que nuestro amigo taximetrero deje de opinar en cualquier charla que estemos manteniendo en SU vehículo.
- Agarrar el camino que quiera.
- Redondear para donde se le cante el culo lo que marca el reloj, sin el menor sentido de la matemática ni la economía mediante.

Son un mal necesario los taxistas?
Si uno no quiere hablar con nadie, le puede decir eso al tachero o mejor dormirse o hacerse el sordo?

Será así en todas partes del mundo?

3 comentarios:

Anónimo dijo...

He vivido experiencias de diversa naturaleza, con los taxistas y sus taxis! Desde que siempre me venga a buscar el mismo, al mismo lugar y que hablemos todo el viaje, hasta tener que tirarme de otro por sentirme abusada. Es verdad que tambien me han salvado de varias situaciones, pero es necesario que manejen de esa manera?? Si a ellos les conviene ir mas lento, porque siempre ese apuro, esa velocidad, esa manera tan brusca e irrespuestuosa de moverse por la calle? Digamos que no se me conoce por ser una peronsa callada, o que no le guste hablar, asi que lo de la charla, no es algo que me moleste demasiado.(depende el dia obviamente) Pero bueno, si tanto hay para decir de los taxis, que podrias decir de los colectivos?(yo tengo para rato)

Vale.

Rondita dijo...

Los taxistas son una raza aparte, como los colectiveros, los camioneros, los ciclistas o los motoqueros, todos imponen sus reglas y se creen dueños de la verdad. A veces son necesarios y como todo lo que genera necesidad, es mejor tenerlos a mano. Yo me había hecho socio vitalicio a un taxista, siempre el mismo, llamaba y pedía por él, me daba un descuento importante en el viaje, me dio unos consejos interesantes para mi pasión de los remates, hasta que un día me dijeron, se murió de un paro cardíaco, y aunque no lo lloré caí en la realidad, son personas igual a nosotros, con las mismas debilidades y deseos de progreso, solo que hacen lo mejor que pueden intentando sobresalir y no ser uno más. Quizás no sea tan malo, quizás el mundo del taxista es muy competitivo y cada uno trata de sobresalir de una manera en especial, quizás nosotros somos taxistas en nuestro trabajo, sin darnos cuenta hacemos siempre lo mismo, hablamos siempre de lo mismo, protestamos por los errores de los demás sin fijarnos en los nuestros, y queremos esa impunidad que los caracteriza. Quizás estoy hablando al pedo como un taxista más y tengo que parar de hablar.
Un abrazo leito.

Anónimo dijo...

Piripipí, no sabía que existía un término homologado casi internacionalmente para esa maniobra oculta, que al final detectamos extrañamente porque el importe habitual lo alcanzamos cuando recién llevamos el 70% del camino recorrido. Lo malo es que no podemos hacer nada, es mi verdad contra la suya..."Oiga, yo creo que el taxímetro tiene un problema - claro, no le puedo decir que es un ladrón en su cara - generalmente me sale $$$ y ya llevamos algo más de $$$ y todavía falta". Qué se yo, al final nos encontramos en esas situaciones donde es mejor callar porque no tenemos como negociar. Esto me pasó en madrid, un taxista con piripipí. Yo creo que los taxistas son gente especial, son poderosos, son regios, son como los doctores, te metes en su terreno y cagaste, ellos mandan, y si no te gusta lo que están haciendo, te jodes.
Acá en madrid hay miles si es que no millones de taxistas, y anda que es caro el servicio, y no intentes tomar uno entre lass 14 y las 16 horas en el centro, incomprensiblemente, alguien más ya lo tomó, y por más que avances o retrocedas en la dirección de tu destino, lo mismo, alguien más ya lo tomó.
Un abrazo.