Hay algo peor al martirio cotidiano de comer en la oficina, sobre el escritorio, con cubiertos de plástico y en bandejas que no fueron creadas para ser cómodas para el comensal sino para el que las transporta?
Sí, que la tarta de pollo sea ESPANTOSA.
Hacía mucho que no comía algo tan feo.
martes, 8 de septiembre de 2009
La frutillita del postre
Etiquetas: el mal entendido progreso, experiencias, odiados
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