jueves, 6 de septiembre de 2007

No hace falta, eh...

Yo vivo en un edificio que tiene ascensor. Eso es bueno, porque tiene 14 pisos y sin ascensor sería un poco complicada la vida. No imposible, pero sí complicada.
Vivo acá hace mucho tiempo (toda una vida para ser exactos) pero nunca me hice amigo de nadie. Entonces, por qué la gente me saluda y me habla cuando viajamos en ascensor?

Los taxistas son tipos que te hablan aunque vos no quieras, porque como es SU auto, ellos son los que deciden si se habla o no se habla. También eligen de qué se habla y entre las opciónes siempre los temas son los mismos: fútbol, política, clima, tráfico, autos y/o filosofía (frases del estilo "la vida es así, pibe").
Entiendo a los taxistas, porque de última son tipos que se pasan el día medio solos, cuando alguien cae a su taxi sienten que uno los está visitando en su lugar de laburo entonces alguno podría considerarnos casi-casi sus amigos... Que te hable un taxista zafa....

Pero que te hable una vieja en el ascensor, sea la hora que sea, sin importar si el ascensor sube o baja e ignorando la urgencia que uno puede tener para bajarse de ese aparato; eso sí que no.




Tampoco es que sea SU ascensor, Señora.

Por qué no le habla a la cajera del supermercado o al portero? La cajera no puede ir a ningún lado, es la víctima perfecta.

Yo solo tuve la desgracia de caer en el mismo ascensor que Usted.... no es mi culpa!

Si pudiera subir por escalera lo haría, le juro.... no quiero que me pregunte cómo anda mi mamá, que me diga que estoy grandecito, que me conocía desde que era así chiquitito ni que se queje de la humedad.

Señora, si Ud. lee esta pequeña confesión, sepa lo siguiente: a la mañana, cuando me encuentra en el ascensor y éste está bajando, seguro que tengo mal aliento y más que seguro estoy llegando tarde a algún lado. Ergo, no quiero que me de charla ni que me haga tenerle la puerta abierta hasta que termine su última frase

Por otro lado, cuando nos crucemos a la nochecita subiendo en ascensor y me vea cara de cansado, no solo tengo ganas de quedarme en calzones en mi casa sino que seguramente estoy a punto de rajarme algún que otro gasesito: si me entretiene, soy capaz de hacer las 2 cosas ahí, en la puerta del ascensor.

No hace falta, Sra. Podemos convivir 3 pisos de ascensor sin dirigirnos la palabra. Y no se preocupe que nadie se va a sentir ofendido.

Es más, voy a estar agradecido... y quién le dice, a lo mejor algún día yo le saco charla a Ud.

2 comentarios:

Rondita dijo...

No lo hacen aproposito, hay personas que no pueden estar frente a otro ser humano sin pronunciar palabras, aunque las mismas, en su mayoría, carezcan de sentido y no aporten más que ruido en el medio ambiente.
Comparto tu visión Leito, un buen pedo te asegura unos años de soledad y marginalidad por parte de estas personas molestas en el ascensor. Cuando ponen cara de que paso los tenes que mirar con una pequeña sonrisa macraba, como afirmando lo anteriormente sucedido y diciendo lo haria de nuevo.
Un abrazo

Anónimo dijo...

Que la Sra. te hable es un muy buen signo: esa clase de ancianas son las que:
a-Te hablan en el ascensor y se preocupan, a su modo por vos...
...o ...
b-Las que te detestan y no te hablan en el ascensor (lo más probable es que se haga la que está esperando a otra persona y te haga subir solo), para luego no sólo no hablar con vos, sino que además hablan de VOS con todo el edificio (sobre todo con el peligroso portero/a) y termina echándote la culpa del ruido de la música, del estruendo del portazo del ascensor, de la basura que se saca fuera de horario y de las reuniones que hacés en tu casa con tus amigos drogadictos (las hagas o no).
Como verás, Leíto, sos un afortunado y no te das cuenta.

Pachi