Descubrí que bajar las escaleras muy rápido, casi salticando, apenas apoyando los pies en un escalón para ya sacarlos (maldito Cortázar y sus instrucciones para subir las escaleras) me hacen sentir un nene.
Y si lo hago con traje y corbata, siento que soy un nene vestido de grande.
jueves, 8 de octubre de 2009
Escaleras
Etiquetas: experiencias, reflexiones
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